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5 oct 2020

Trastornos digestivos y metabólicos

Fiebre en el parto, cetosis, desplazamiento del abomaso, trastornos digestivos como vomacidosis, abomasitis catarral/envenenamiento, diarrea y cuerpos extraños son algunos de los trastornos digestivos y metabólicos más comunes.

En general, los trastornos digestivos y metabólicos son importantes, pues aumentan el riesgo de que no se pueda comenzar con la inseminación de las vacas individuales tras el parto y prolongan el periodo entre el parto y la primera inseminación. Ciertas enfermedades como la cetosis, la fiebre del parto y los trastornos digestivos, aumentan el riesgo de que las vacas no queden preñadas en la primera inseminación.

Clasificar el problema
Si el nivel de trastornos digestivos y metabólicos en un rebaño individual supera los 16 casos por 100 unidades de vaca, dichos trastornos deben ser considerados un problema grave.

Causas
La mayoría de los trastornos digestivos y metabólicos se vinculan al parto y el comienzo de la lactancia, que están asociados con grandes cambios en las necesidades fisiológicas en cuestión de ingesta de alimentos y metabolismo, por ejemplo. La fiebre del parto y la cetosis son trastornos metabólicos en los que el cuerpo no puede satisfacer las necesidades fisiológicas de calcio y glucosa respectivamente, ya sea porque el metabolismo de la vaca, la alimentación o la ingesta de alimentos es insuficiente.

Por otro lado, las causas de desplazamiento del abomaso, los trastornos digestivos, la abomasitis catarral/el envenenamiento y la diarrea se vinculan principalmente a la alimentación y la gestión de la alimentación, incluidos los cambios en la alimentación.

La mayoría de los trastornos se deben a diversos factores tanto a nivel de rebaño como a nivel de animal individual. Ciertos factores de riesgo son comunes a varias enfermedades; cuando una vaca ya ha sufrido alguna de estas enfermedades, el riesgo de que contraiga una de las otras es mayor.

Puntos para el plan de acción
Es necesaria una gestión óptima de la condición física durante el periodo de lactancia y secado. Debería haber procedimientos establecidos para la gestión del secado de vacas/becerros vaquilla en cuestión de duración, comodidad y monitorización.

Una buena gestión de los nuevos becerros garantiza una densidad de población baja, además de comodidad y buena monitorización.
Para garantizar la mejor ingesta de alimentos posible, se deberían revisar la alimentación y la gestión de la alimentación para todos los grupos.

Enfóquese en:

  • Gestión de la condición física
  • Gestión del secado de vacas/becerros vaquilla
  • Gestión de nuevos becerros
  • Alimentación y gestión de la alimentación