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5 oct 2020

Pérdida temprana de embriones

Desde la perspectiva biológica, es natural que algunas inseminaciones no tengan éxito y que las vacas/vaquillas deban ser inseminadas de nuevo. Una fecundación fallida puede deberse a quistes foliculares o luteales, o a la pérdida del embrión, es decir, que la vaca se llega a quedar preñada pero el feto se pierde en los estados iniciales de la preñez. Que la pérdida temprana de embriones es uno de los factores más importantes en las tasas de preñez es algo que está bien documentado. La pérdida temprana de la preñez (pérdida del embrión antes del día 42) se atribuye mayormente a condiciones relacionadas con la gestión y no a las infecciones. Las vacas que pierden > 1 punto de condición física en el periodo de los 30 primeros días de lactancia están expuestas a un riesgo 2,4 veces mayor de pérdida de embrión.

Las investigaciones indican que las enfermedades infecciosas externas a órganos reproductivos (mastitis) pueden dar lugar a fertilización fallida y pérdida de embriones.

Clasificar el problema
Se calcula el lapso entre la primera y la segunda inseminación realizada en el periodo. Estos lapsos se muestran en un gráfico que le permite ver, por ejemplo, el porcentaje en el intervalo de 18-24 días. Que el porcentaje sea alto sugiere que la inseminación ha fallado, y que las vacas/vaquillas volverán a estar en celo de nuevo durante el siguiente ciclo. Que haya varios lapsos de inseminación con, por ejemplo, un intervalo de 25-45 días, indica que la inseminación tuvo éxito pero que una proporción alta terminó en pérdida temprana de embriones. Que los lapsos de inseminación sean incluso mayores puede deberse a quistes foliculares o luteales que causan celos irregulares, PERO también puede deberse a que usted haya pasado por alto algunos periodos de celos. La condición física se debe registrar de forma sistemática para poder identificar si constituye un problema.

Causas
Para evitar la pérdida temprana de embriones, es importante que el embrión se desarrolle lo suficiente en el periodo inicial tras la fecundación. Un embrión bien desarrollado secreta cantidades suficientes de una proteína que actúa a nivel local en el útero y previene la secreción de hormonas reproductivas que desencadenan un nuevo ciclo. Se ha descubierto que la supervivencia embrionaria se ve afectada negativamente por el aumento de la temperatura corporal de la vaca asociada con la mastitis. Sin embargo, los factores más importantes para la continuación de la preñez son: la condición física en el parto, el grado y la tasa de pérdida de condición física en la lactancia temprana y el estrés.
El estrés puede ser fisiológico (vacas de muy alto rendimiento), físico (p. ej., dolor derivado de problemas de pezuñas y miembros) o psicológico (alta densidad de población); o puede deberse a calor proveniente del entorno externo.

Puntos para el plan de acción
Minimice los niveles de estrés en el rebaño, la proporción de vacas con inflamación de ubres o la pérdida de condición física en los 30 primeros días tras el parto.

Enfóquese en:

  • Vacas/vaquillas con una puntuación de condición física < 3,0 en el parto y puntuación < 2,5 en la inseminación
  • Vacas que pierdan ≥ 1 punto de condición física en los 30 primeros días de la lactancia
  • Estrés (fisiológico, físico, psicológico, calor)