Las recompensas del cruzamiento con VikingRed

Mark McDonald cría 540 vacas en la granja Red Cow Farm en Ashburton, Canterbury, Nueva Zelanda. Lo que comenzó como una operación de ordeño compartido ha crecido hasta convertirse en uno de los rebaños de la raza Milking Shorthorn más grandes de Nueva Zelanda, con una diversa gama de genética roja obtenida de todo el mundo.

Estas vacas tienen una mezcla única de genética de ganado lechero rojo de varios países, enfatizando las líneas nórdicas. La granja abarca 190 hectáreas de terreno para ordeño y 100 hectáreas en Mayfield, al noroeste de Ashburton, para criar ganado joven.

Después de comprar el terreno para la granja de Vacas Rojas en el año 2000, Mark tenía administradores que supervisaron la granja hasta el 2006. Ese año, Mark y su equipo asumieron la responsabilidad, lo cual han hecho durante los últimos 16 años.

El clima único en Ashburton, que ocasionalmente experimenta nevadas durante el invierno, requiere vacas resilientes que puedan soportar condiciones adversas. La forma alargada de la granja requiere vacas que puedan recorrer largas distancias sin dificultad.

“En general, encontramos muchos menos problemas de patas con las vacas VikingRed con las pezuñas negras que con las negras y blancas”, afirma Mark, destacando los beneficios de las pezuñas fuertes y oscuras de VikingRed.

Mark tiene como objetivo desarrollar un rebaño uniforme de vacas lecheras de Nueva Zelanda de tamaño mediano, bajo mantenimiento con patas fuertes y ubres adecuadas para el sistema de pastoreo de la granja.

A lo largo de los años, Mark y su equipo han experimentado con varias razas, pero han descubierto que la VikingRed es ventajosa, gracias al excelente esquema de prueba de toros de la raza. La creciente importancia de las proteínas A2A2 les llevó a centrarse en la cría de vacas con este rasgo, y VikingGenetics ofreció una fuente confiable de toros A2A2.

Además, la raza proporcionó más opciones para la selección de genes descornados y, como resultado, un creciente porcentaje de terneros nacen naturalmente sin cuernos. Al seleccionar toros reproductores, Mark elige dos o tres cada año y los utiliza ampliamente en lugar de usar menos dosis de varios toros.

El color también es importante, ya que la granja tiene como objetivo mantener una apariencia predominantemente roja. Mark a veces solicita la importación de toros específicos si no están disponibles en los catálogos de Nueva Zelanda, lo que garantiza un enfoque personalizado del cruzamiento.

La granja Red Cow Farm se beneficia con irrigación, con el 80 % de la tierra bajo riego. Este suministro de agua constante ayuda a mantener unos niveles de producción estables, las fluctuaciones climáticas tienen un impacto mínimo en la productividad. Además, una de las aficiones de Mark es la plantación de árboles, lo que le proporciona un descanso de las labores de la  granja lechera y garantiza un ciclo continuo de regeneración y crecimiento.

Mark ha reducido recientemente el número de vacas para mejorar la calidad del alimento, pero pronto se dio cuenta de que debería prestarse más atención a la gestión de las pasturas. En consecuencia, es probable que el tamaño del rebaño aumente de nuevo el año que viene para optimizar el uso del pasto.

A través de VikingGenetics y un cuidadoso programa de selección genética, Mark ha logrado un rebaño resiliente y productivo de vacas cruzadas Milking Shorthorns y la excepcional salud, temperamento y rendimiento de VikingRed las han hecho cada vez más populares entre los ganaderos lecheros de Nueva Zelanda.

La granja Red Cow Farm es un excelente ejemplo de la integración exitosa de diversa genética roja en un rebaño lechero comercial. La granja es un testimonio de las recompensas del cruzamiento con VikingRed y de cómo contribuye a un negocio lechero próspero y sostenible.