Cambiando rumbo por salud y sostenibilidad

Roger Peters y su hija Edith crían 350 vacas cruzadas en Tallandoon, en el valle de Mitta Mitta, al noreste de Victoria, Australia. Luego de reducir el número de vacas, cambiar la mezcla del rebaño y eliminar los fertilizantes sintéticos, Roger y Edith han visto resultados alentadores y un aumento de las ganancias.

Esta transformación comenzó hace unos 15 años, cuando los Peters se alejaron de las Holstein de raza pura e introdujeron las VikingRed y VikingJersey. Los cambios han resuelto los problemas de fertilidad y salud del rebaño y han demostrado que la agricultura sostenible también puede ser rentable.

Si bien Roger supervisa la operación y Edith maneja el rebaño, los Peters también tienen un par de excelentes colaboradores: John Godde, que ha trabajado en la granja durante más de 20 años, y Sam Gordon, ayudante de granja que ingresó el pasado octubre.

En la foto: asistente de granja Sam Gordon.

Durante los últimos tres años, la granja también ha dejado por completo de utilizar semen Holstein. “Estaban teniendo problemas continuamente con las vacas Holstein grandes de estilo norteamericano que siempre se enfermaban, no quedaban preñadas y tenían problemas metabólicos”, dice Sam.

Después de eliminar al Holstein del programa de apareamientos, los Peters comenzaron a utilizar VikingJersey en las vaquillas y VikingRed en las vacas, todo semen sexado, e introdujeron semen de carne en todo lo demás.

“He descubierto que la cruza Jersey con Red hace una muy buena vaca pequeña, robusta y saludable que parece ser perfecta para un sistema de pastoreo”, dice Edith, que explica su estrategia de cría.

Otro éxito de la nueva estrategia ha sido la gestión de la pastura con Roger y Edith que eliminaron el uso de fertilizantes sintéticos. En lugar de fertilizantes, la granja comenzó a sembrar pastizales de múltiples especies, lo que garantizaba que tuviera un buen período de recuperación y utilizaban el efluente y compost.

"Cuando la urea aún estaba incluida en el sistema pastoril, tenían algunas vacas frescas que tenían hipomagnesemia, pero no han visto ninguna en los últimos dos años", dice Edith, cuando explica la razón del cambio.

Con el aumento de los precios de los fertilizantes y la búsqueda de alternativas por parte de muchos ganaderos, Edith está encantada de haber estado a la vanguardia. “Vamos a entrar en nuestro tercer año sin fertilizantes sintéticos, lo que ha supuesto un gran ahorro”, afirma.

“Cuando desenterrábamos el trébol, no podíamos ver ninguna nodulación cuando empezamos, ahora se puede ver una buena cantidad y eso es lo que el trébol utiliza para fijar el nitrógeno de la atmósfera”, agrega, destacando otro de los beneficios a largo plazo.

“Si la interacción va bien, será realmente beneficiosa para el crecimiento de la pastura y la salud del rebaño”, concluye Edith, y muestra cómo los beneficios de su estrategia sostenible están interconectados.