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Nuevos colores en los pastos de Irlanda del Norte

Cuando la familia Longwell cambió a la raza VikingRed descubrió que podía mantener el volumen de la leche, aumentar los sólidos y lograr una mejor salud y fertilidad, algo que no esperaba pudiera ser realidad.

Cambiar la raza de un rebaño no es algo fácil y para Adam Longwell, que lleva una granja junto con su familia en el condado de Tyrone, ha sido un proceso progresivo, llevado a cabo con una minuciosa evaluación del rendimiento en todo momento. Con sus padres, Derek y Kay, y su abuelo, Bertie, que siguen trabajando en la granja Lisnagir cerca del pueblo de Mountjoy, Adam sintió todo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros.

Hace unos años, cuando llegó a casa después de la universidad en Greenmount, estaba dispuesto a probar nuevas ideas y, en particular, a afrontar el tema de la salud del rebaño desde otra perspectiva. En ese momento, mientras ordeñaba 180 Frisonas Holstein, recuerda: «En 2005 nos vimos seriamente afectados por la tuberculosis y los números bajaron, así que decidimos mirar más allá de la raza blanca y negra y buscar algunos reemplazos en el rebaño.

Leí artículos, hablé con veterinarios e investigué diferentes razas y la que seguía en primer lugar con una reputación de salud altísima fue la VikingRed.

Cuanto más leía, más me gustaba lo que descubría. Aprendí que la raza no solo se había criado por su salud durante muchas décadas, sino que también era conocida por su fertilidad y su leche de alta calidad. Al final decidimos arriesgarnos y compramos nuestro primer lote de VikingRed procedente de Dinamarca».

“Probably the best thing we ever did”

En 2015 nos pusimos en contacto con un distribuidor especializado que nos consiguió el primer lote de 35 vaquillas, las cuales se unieron a las vacas blancas y negras que ya estaban en el rebaño. «Nos dimos cuenta cuando salieron del camión que eran buenas vacas: todas iguales y de idéntico tamaño, del tamaño mediano que queríamos», comenta el granjero.

En agosto y septiembre de 2015, después de seis semanas de su llegada, las vaquillas danesas estaban en la mitad del parto cuando la familia decidió que querían más. «No tardamos en ver que eran perfectas para nosotros: las vaquillas se preñaron muy bien, parieron con facilidad unas crías preciosas y se ordeñaron tan bien como cualquiera de nuestras vacas blancas y negras, unos 30 litros por día».

El Sr. Longwell y su padre decidieron visitar Dinamarca para conseguir el siguiente lote de ganado y describen el viaje como «posiblemente lo mejor que hemos hecho». «Queríamos ver cómo los granjeros daneses alimentaban y manejaban su ganado y aprender de su experiencia», dice. «Ver los rebaños VikingRed produciendo 12 000-13 000 litros hizo que confiáramos mucho en su potencial de producción, aunque no pretendemos ser un rebaño de alta producción.

Los granjeros también nos aconsejaron sobre cómo criar nuestro ganado, y la mayoría nos recomendó que lo mantuviéramos puro y conserváramos su pedigrí, lo que nos ayudaría a comercializar cualquier excedente de hembras que tuviéramos que vender». Una vez en Irlanda del Norte, llegaron dos envíos más a la granja y el número de vacas rojas y blancas llegó a ocupar cerca del 50 % del rebaño.

Salud de las ubres extraordinaria

«La verdad es que no podría decir si tenían una mejor resistencia a la tuberculosis, ya que lo más probable es que tengamos reaccionantes positivos hasta el próximo año». «Lo que sí puedo decir es que tienen una salud de las ubres extraordinaria, y ahora mismo podría contar con los dedos de una mano los casos de mastitis», comenta. «Antes, siempre teníamos una o dos vacas fuera del rebaño a cualquier hora, pero con la VikingRed, la mastitis es algo inusual».

Según Joanna Cox de VikingGenetics, el nivel de salud de las ubres no es algo sorprendente, ya que dice que la incidencia de la mastitis clínica en la VikingRed es solo del 8 % (durante las tres primeras lactancias) en los tres países de VikingGenetics (Dinamarca, Suecia y Finlandia).

Joanna explica: «Se ha hecho un fuerte énfasis en la selección genética para resistir la mastitis durante muchos años en estos países y es uno de los tres rasgos (además del conteo de células somáticas y la conformación de las ubres) incluidos en el índice de salud de las ubres.

Con las historias clínicas, y otros registros del 90 % de este rebaño con el cual se alimenta en este índice, la Habilidad de Transmisión Predicha (PTA) para la salud de las ubres tiene una alta fiabilidad. Esto y el hecho de que la salud de las ubres es una parte importante del índice nacional de selección genética, el índice de Mérito Total Nórdico (NTM), ayudan a mejorar de manera continua la salud de las ubres en todo el rebaño».

Pero los beneficios para la granja Lisnagir no terminaron ahí y la fertilidad era otro rasgo destacado. «Hemos reducido nuestro uso de semen a 1,7 por embarazo utilizando en su mayoría semen sexado, lo cual es una mejora importante si lo comparamos con nuestras cifras anteriores», explica el Sr. Longwell. «Lo menos que hemos usado ha sido 2,1 con la misma inseminación artificial (IA) de siempre.

Gran diferencia en la rentabilidad

«Hemos descubierto que las crías Viking puras destacan sobre las Holstein, con un precio de unas £140 a las 4-6 semanas en comparación con las £80 de las Holstein con una edad similar», añade el granjero. «Sin embargo, una vez que hayamos criado suficientes vaquillas, cambiaremos a la raza Azul Belga que se venderá en torno las £300 a las seis semanas. Hemos notado que las vacas VikingRed tienen crías más grandes y con mayor facilidad, lo que probablemente se deba a su gran tamaño», dice.

También se dice que las patas y las pezuñas son lo «mejor que hemos tenido», aunque siempre con la necesidad de «mantenernos al tanto en lo que al recorte de pezuñas se refiere». Sin embargo, tal vez la mayor sorpresa fue la calidad de la leche, que se dice que aumentó el precio de la leche de la granja en 2,5-3 cént./litro.

«La calidad extra de la leche no ha supuesto ninguna reducción en el volumen ni ningún aumento en la alimentación», dice el Sr. Longwell. «Esto ha marcado una gran diferencia en la rentabilidad, lo que nos ha ayudado mucho en los últimos meses cuando el precio de la leche ha estado bajo».

Hoy en día la producción del rebaño es de 9000 litros con un 4,5 % de grasa y un 3,6 % de proteína, con los sólidos de la leche que se dice que «aumentan a medida que entran más vacas Viking en el rebaño». A finales del 2020 constituirán el 90 % de las 200 vacas que hay en el rebaño y llegará al 100 % a finales del próximo año.

La producción se consigue con un sistema simple de puertas que permite que las vacas coman por sí solas, bloques de ensilaje cortado y alimentos con un 20 % de mezcla de proteínas en los comederos que se encuentran fuera de la sala de ordeño. El ordeño se lleva a cabo en una sala rotativa de 22 plazas. «La longevidad es otra característica que hemos notado y, a pesar de la pérdida de algunos animales por TB, todavía nos quedan 70 de las 80 vacas originales que trajimos a la granja hace cinco años», dice. «Todas cumplirán cinco años este agosto y septiembre y parece que vivirán otros cinco años más».

Un nuevo interés en la selección genética

El cambio de raza también ha provocado un nuevo interés en la selección genética, fomentado además por las pruebas genómicas de un reciente lote de vaquillas que ha presentado algunas razas líderes dentro del rebaño. «También estoy aprendiendo mucho sobre el linaje VikingRed», comenta el granjero. «Hemos estado muy contentos con las hijas de VR Dalton, que nos dieron suficiente leche como vaquillas». «Ahora estamos usando dos toros genómicos con un alto índice NTM, VR Viljar y VR Fabu, y esperamos que algún día podamos criar a un toro con un alto potencial de inseminación artificial (IA)».

«Aquí están todos muy contentos de que hayamos hecho el cambio, incluso estamos pensando en renovar la granja», continúa. «No creerías la cantidad de gente que se para y me pregunta qué vacas son y que cuando nos llegó el último lote; tres de nuestros vecinos ya me han dicho que quieren algunas iguales. A mis padres y a mi abuelo les gusta mucho el ganado y no solo en lo referente a las cifras, ellos dicen que también es bonito darle un toque de color al campo», dice. 

Datos de la granja Lisnagir

  • Hace cinco años que comenzó a cambiar poco a poco a VikingRed
  • Ha reducido las tasas de mastitis y mejorado las patas, las pezuñas y la longevidad
  • Una mejor fertilidad ha reducido el uso de semen a 1,7 por embarazo (semen sexado)
  • Ha mantenido el volumen de leche en 9000 litros y los sólidos y el precio de la leche ha aumentado
  • Los aportes alimenticios se han mantenido iguales a los de la Holstein
  • El objetivo es completar el cambio y que todas las vacas sean VikingRed para finales de 2021

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